Innovación en Latinoamérica: Ángel Sahagún

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Su aplicación pretende revolucionar el sector bancario con una propuesta de valor digital diseñada para transformar la experiencia del cliente

"Disruptivo" es la palabra de moda actual en el sector financiero. Los avances en digitalización, tecnologías móviles e inteligencia artificial (IA) ofrecen nuevas herramientas para mejorar la experiencia del cliente. Sin embargo, millones de personas aún no tienen acceso a servicios bancarios, especialmente en las naciones en desarrollo, y muchas carecen de las habilidades financieras básicas necesarias para administrar su dinero de manera efectiva.

Para reducir estas barreras, Ángel Sahagún lanzó Albo, un producto que prefiere caracterizar como una aplicación en lugar de un banco, en México en 2016. Albo ofrece los mismos servicios que un banco tradicional, aunque apenas se parece a estas instituciones de larga data: en Por un lado, Albo sirve como un asesor financiero que les permite a los usuarios recibir y transferir dinero, depositar directamente sus cheques de pago y realizar compras en línea o en la tienda con una tarjeta de crédito asociada. Por otro lado, Albo no tiene oficinas físicas abiertas al público, ofrece administradores financieros personales y no impone ningún saldo mínimo, cargos anuales ni basados n el uso. 

"En Albo, estamos obsesionados con ofrecer la mejor experiencia al cliente", dice el joven emprendedor, y el ingrediente secreto en su receta para el éxito es el aprendizaje automático. Los algoritmos subyacentes de la aplicación clasifican automáticamente los gastos de los usuarios y brindan representaciones visuales de sus patrones de gasto. Si un cliente hace un pago de Netflix, por ejemplo, Albo asignará automáticamente este gasto a la categoría Entretenimiento. La aplicación envía notificaciones móviles automáticas a los usuarios por cada pago procesado, y se puede ver un desglose de todos los movimientos con un solo clic, todo con el objetivo de empoderar a los clientes para que administren sus propias finanzas de manera fácil y efectiva.

Durante los primeros cuatro meses después de su lanzamiento, Albo reclutó a más de 5.000 clientes, que realizaron transacciones por 50 millones de pesos mexicanos (aproximadamente 2.3 millones de euros o 2.8 millones de dólares) y recibieron un total de 110 millones de pesos (más de 5 millones de euros, o 6 millones de dólares estadounidenses). Pero Sahagún tiene una visión mucho más ambiciosa para su empresa: aspira a llegar a dos millones de clientes para 2020, y al hacerlo, posicionará a Albo como el proveedor líder de servicios financieros en América Latina.

Si tiene éxito en llegar a su mercado objetivo, el joven empresario confía en que su producto tiene el potencial de mejorar el conocimiento financiero de cientos de miles de usuarios, así como mejorar su conocimiento y comprensión de sus finanzas personales. Para muchos de estos usuarios, Albo representaría su primera cuenta bancaria. En el país natal de Sahagún, México, por ejemplo, aunque solo la mitad de la población tiene acceso a una cuenta bancaria, la penetración de teléfonos inteligentes supera el 80%. La bancarización de la población podría ayudar a reducir la inestabilidad y la informalidad de la economía, prevenir la corrupción y facilitar la recaudación de impuestos.

En opinión de Sahugún, el desarrollo y crecimiento de Albo formará parte de una transformación radical del sector bancario. En el futuro, predice que los bancos adoptarán un formato "como servicio", ofreciendo sus productos en un mercado bancario abierto y digital. En los próximos años, Albo podría convertirse en este tipo de plataforma digital para América Latina, aprovechando sus capacidades de asesoramiento inteligente y excelente experiencia del cliente.

via MIT Technology Review